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Recientemente se han publicado estudios cuyas cifras son una alerta a la cual debemos poner atención, como la falta de agua potable y de métodos de saneamiento en uno de cada cuatro hospitales.

¿Es factible cambiar esta realidad?

Por Daniel López

El pasado 4 de Mayo se conmemoró el día internacional de la higiene, hecho que no sólo trajo consigo la discusión sobre buenos hábitos y fórmulas para configurar y mantener espacios verdaderamente saludables, sino que además puso como centro de la discusión una incipiente falta de acceso a recursos tan básicos como el agua potable, para un grupo no menor de la población mundial.

Y es que bajo un contexto como el actual, determinado por una pandemia que en mayor o menor medida sí nos afecta, quedan al descubierto múltiples carencias que se hacen todavía más notorias en grupos socioeconómicos de escasos recursos.

Esto significa, por ejemplo, que no todas las personas pueden optar en igualdad de condiciones a métodos de sanitización de sus hogares, centros de estudio o lugares de trabajo, lo que sin duda contribuiría a lograr un manejo más óptimo del Covid-19 y de otras patologías que no han desaparecido como muchos piensan.

Al alero de lo planteado, una de las situaciones más recurrentes dice relación con la actividad en escuelas y universidades, generando voces discordantes en torno a si es o no factible que los estudiantes retomen sus actividades. Aquí resaltan dos aspectos fundamentales, como son un adecuado conjunto de protocolos sanitarios para cada centro educativo, sumado a un sistema de atención robusto que permita el testeo oportuno de casos de Coronavirus, evitando una mayor cantidad de contagios.


Otras problemáticas

Es preciso señalar que, “no sólo Covid-19 hay en el mundo”, simplemente porque en medio de una emergencia sanitaria como la actual no podemos olvidarnos de otras enfermedades, cuya posible propagación sigue estando determinada por el comportamiento de las personas.

Diarrea, Cólera y Hepatitis B, son sólo algunos botones de muestra para reafirmar que el autocuidado es la primera y más importante barrera que debemos fortalecer.

Pero ¿Qué ocurre cuando son otros factores los que comprometen la salud de las personas?

Un estudio recientemente elaborado por la Organización Mundial de la Salud, y donde trabajaron universidades, laboratorios y otras entidades tanto privadas como públicas, da cuenta de una enorme brecha que el mundo no detecta en lo cotidiano.

Por ejemplo, según estadísticas dadas a conocer por la Universidad Autónoma de México, poco más del 10% de los habitantes de ese país no tiene acceso al agua potable. Así mismo el estudio revela que uno de cada cuatro recintos de salud en el mundo no sólo carecen de este recurso, ya que tampoco cuentan con el financiamiento suficiente para sanear constantemente sus instalaciones.

Este dato es concreto y complejo, ya que nos presenta una realidad sin matices y una gestión alejada de los avances y saltos innovadores que casi a diario nos toca conocer, pero que lamentablemente no están llegando a un universo más amplio de personas.

¿Y qué pasa con quienes viven en situación de discapacidad?

Aquí la dinámica no es muy distinta e incluso podemos decir que, este factor incide directamente en el incremento del riesgo. Ya sea por la falta de información accesible, las políticas públicas ineficientes o más simple aún, por la actitud autocomplaciente de quienes muchas veces prefieren no informarse.

Y es en este punto donde Lazarillo cumple un rol muy importante gracias a sus plataformas digitales, las que en muchos casos sí han sido tremendamente útiles para acercar contenidos de salud a su gran comunidad de usuarios.

Esto supone, entre otras cosas, que existe un espacio disponible y abierto mediante el cual se pueden difundir tratamientos relativos a una enfermedad específica, además de direcciones de clínicas y hospitales, como en el caso de la red de salud UC Christus que opera en Chile y está vinculada a Lazarillo.

El ítem de noticias de la aplicación y la pestaña de sitios accesibles son sólo algunas de las alternativas que pueden transformarse en canales de comunicación por donde circulen tips y datos útiles. Esto, sumado a la geolocalización de clínicas y hospitales a los que un usuario pueda acudir si lo requiere, de forma autónoma y utilizando la app en cualquier momento.

Tips de prevención

Mantener correctos hábitos de higiene es fundamental para prevenir y fomentar espacios saludables. Lavarse las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos, asear con cloro diluido en agua o con toallas de cloro artículos de uso personal como teléfonos móviles, juguetes y ordenadores.

Si manipulamos alimentos, estos deben estar muy limpios al igual que nuestras manos y todos los utensilios de cocina.

La misma operación debemos repetir en el baño y en otros espacios de uso común, higienizando periódicamente los artefactos para que virus y patologías nos afecten lo menos posible.

Y sobre el tema “pandemia”, lo principal es mantener una actitud de responsabilidad y precaución para evitar más contagios. Uso correcto de alcohol gel y mascarillas, ojalá distanciamiento físico con personas a quienes no conocemos y por supuesto, no concurrir a lugares donde haya aglomeraciones, son parte de las prácticas del día a día y a las que por ahora tenemos que adecuarnos.

Por último, si las instituciones de salud de cada país adoptan como una de sus principales gestiones ser accesibles e inclusivas, Lazarillo puede ser un sólido puente de conexión con miles de usuarios en todo el planeta.

Te invitamos a visitar nuestro sitio web, y a conocer el trabajo que desarrollamos día a día para seguir rompiendo barreras de inclusión https://lazarillo.app